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Reducción de mamas

Reducción de mamas

La reducción de mamas es una intervención quirúrgica que implica la reducción del pecho a través de eliminación de grasa, tejido mamario y piel, haciéndolo más pequeño y firme. Si es necesario también se reduce el tamaño de la areola. Se consigue así proporcionar el tamaño adecuado en cada caso.

El exceso de volumen mamario, que generalmente va asociado a la caída, es un problema no solo estético, sino también funcional, y en algunos casos, ocasiona además repercusiones psicológicas. 

El tipo y extensión de las cicatrices dependerán del volumen mamario a resecar, de la calidad y elasticidad de la piel, y de la caída de la mama, pudiendo ser:
  • Alrededor de la areola y en “T” invertida (una vertical en el polo inferior y otra horizontal en el surco submamario);
  • Alrededor de la areola y vertical pura;
  • o solo alrededor de la areola.
La cicatrización depende tanto de la predisposición genética de la paciente como de los cuidados en el postoperatorio. De forma general, la cicatriz es más evidente durante el primer año, pero, de forma gradual, el tejido cicatricial va mejorando y desapareciendo.
Puede existir un dolor controlado, pero con la medicación (analgésicos) las molestias son muy leves. Habitualmente, se puede hacer vida normal a partir de las 48 horas.
Sí, pero no es aconsejable realizar deportes de impacto o aquellos en los que se potencie la musculatura pectoral antes de los 2 o 3 primeros meses. El resto de deportes en principio no tienen ningún inconveniente, lógicamente dependerá del nivel de exigencia requerido y tipo de deporte.
Tras la intervención hay un resultado inmediato, pero pasarán algunos meses hasta que el resultado sea definitivo. No obstante, las mamas seguirán estando influidas por cambios de tipo hormonal como la ovulación, la menstruación, el embarazo o alteraciones del peso corporal.

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