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Grasa localizada

Grasa localizada

Uno de los métodos más utilizados para reducir la grasa localizada es mediante las ondas de choque. Éstas son ondas acústicas de alta potencia que se aplican de manera controlada, penetrando así en la molécula de grasa (adipocitos) consiguiendo una reducción del tamaño del adipocito graso.

Aplicadas en zonas de acúmulos grasos localizados favorece su reabsorción, y por tanto la disminución local de volumen. Puede aplicarse incluso en tejidos con tendencia a la flacidez donde puede mejorar la elasticidad y el aspecto de la piel.

Están indicadas fundamentalmente para reducir los acúmulos grasos localizados, aunque también se observa mejoría en el tratamiento de la celulitis localizada a la vez que contribuyen a mejorar el aspecto de la piel.
En absoluto. Aplicadas correctamente, las ondas de choque no producen ninguna sensación de dolor.
En función del grado de afectación y de los tratamientos complementarios que se realicen será su médico quien le dará indicaciones sobre el número de sesiones necesario, si bien se establece un mínimo de 5 sesiones para empezar a ver resultados.

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